on una sonrisa en el rostro que no se le borró durante todo el partido y disfrutando de lo que estaba viviendo, Gabriela Sabatini debutó este martes en en el Torneo de Leyendas de Roland Garros junto a Gisela Dulko, con quien fue finalista en el mismo certamen en 2022. Ambas cayeron en dos sets (6-4 y 6-3) ante la dupla conformada por la francesa Nathalie Tauziat y la danesa Caroline Wozniacki. La ex tenista, de 53 años y que fue N° 3 del mundo, fue la principal atracción y brindó una de sus jugadas características.
El partido se disputó en la cancha Suzanne-Lenglen y la dupla argentina perdió en poco más de una hora de juego. En el primer set, que fue para las europeas en poco 33 minutos de juego, hubo dos aces y dos puntos de break que fueron aprovechados por las ganadoras del partido. Como contrapartida, las argentinas no pudieron sacar la ventaja en los tres breaks que tuvieron en sus manos y sólo lograron sumar en una ocasión.
En en segundo set, la pareja europea marcó la diferencia con sus rivales y se quedó con el partido. Lo cierto es que. con 53 años, y a casi 27 de su retiro, a Gabriela Sabatini se la vio disfrutando muchísimo del partido y sin perder la competitividad en ningún momento. Incluso en una jugada en la que le pidió al juez de línea que fuese a ver la marca de una pelota que, para ella, se había ido larga. Otra situación la tuvo con Nathalie Tauziat, a quien, sin querer, le dio dos pelotazos, pero en ambos momentos se dirigió de inmediato a pedirle disculpas y las tenistas se rieron de la acción. El “premio adicional” para los aficionados fue cuando Gaby les regaló una Gran Willy, como en los viejos tiempos, y que fue muy celebrada.
Una vez finalizado el partido, Sabatini firmó autógrafos y se sacó fotos con muchísimos argentinos y fanáticos que se acercaron a ella y también a Gisela Dulko. Luego, habló hablaron con la transmisión oficial y expresaron toda su alegría: Dulko, de 38 años, dijo: “Nos divertimos, es un placer jugar en París y con Gaby. Es un sueño y estoy agradecida y contenta más allá del resultado”.
Por su parte, Sabatini también se mostró feliz de haber participado: “Lo lindo de volver acá es estar con la gente y con los argentinos, estar en esta cancha es un privilegio, ya nos estamos habituando a esta cancha. Fue un partido lindo y lo disfrutamos bastante”. También se refirió a los demás momentos lindos que le ofrece la posibilidad de estar disputando el Torneo de Leyendas: “La excusa de venir a jugar es estar en París, disfrutar, salir a pasear en esta ciudad mágica, a tomar algo, juntarse con amigos. También encontrarme con chicas con las que jugué y ponerme a charlar de cosas de la vida”.
Sabatini es, sin dudas, la mejor jugadora de tenis que tuvo la historia de Argentina. Conquistó 27 títulos que le permitieron llegar a ser número 3 del ranking WTA a inicios de los 90. Ganó el US Open de 1990. También llegó a la final de Wimbledon 1991 y disputó cinco semifinales en Roland Garros y cuatro en el Australian Open. Conquistó en dos ocasiones el Masters (1988 y 1994) y obtuvo también en un par de oportunidades el Abierto de Italia: 1991 y 1992. En 1996, con apenas 26 años, tomó la decisión de retirarse y lo hizo en el Madison Square Garden, de Nueva York, escenario donde había ganado los Masters.
En mayo pasado, cuando Gaby fue invitada, publicó en su cuenta de Twitter un sentido mensaje: “Quiero agradecer la invitación de Roland Garros de participar en el ‘Trophée des légends’ 2022. Será muy especial volver a jugar en un lugar lleno de tan hermosos recuerdos junto a Gisela, a quien admiro, respeto y quiero mucho. Nos vemos del 31 de mayo al 5 de junio en París”.
En este certamen, las argentinas tuvieron un debut muy difícil. Wozniacki, de 32 años, se retiró hace apenas dos temporadas cuando le puso punto final a su trayectoria en enero de 2020. La jugadora nacida en Dinamarca obtuvo 30 títulos (incluido un Australian Open) y fue número 1 del mundo. Tauziat, su compañera, tiene 55 años y abandonó la actividad profesional hace dos décadas, pocos años después de tocar su mejor ranking, que fue 3 del mundo.
LA NACION