«Fui a lo de mi padre y lo encontré tirado en una escena macabra»
Previo a ello, consultada por sus abogados querellantes, indicó que la puerta que da al patio interno desde la habitación estaba abierta y que al ir a mirar donde su padre le había indicado que guardaba el dinero, no había nada. «Vi la puerta abierta y dije, acá le robaron. Fui hasta ahí, no quise tocar nada, pero vi que estaba como la carpa tirada, donde él guardaba la plata», detalló la hija de la víctima y confió que nadie más sabía donde guardaba el dinero.
Al preguntarle si había otro faltante en la vivienda, refirió una piedra de afilar «media triangular» que su padre la usaba para sostener una puerta que iba hacia las habitaciones porque se cerraba.
Por otro lado, Silvana refirió que su padre siempre fue «respetuoso» y que «nunca recibimos una queja». «Me da mucha bronca porque ahora se dice que mi padre era un monstruo y si era así, a qué fue esta asesina a la casa de un monstruo, espero el momento en que mi padre se quedó solo para entrar y se aprovechó del estado de vulnerabilidad de mi papá», expresó con bronca.
A su turno, el fiscal García le consultó respecto a una ex empleada en particular que tuvo el matrimonio hace unos años. «Hubo un par de situaciones que me llamaron la atención, como un día que teníamos un asado de familia y ella se quedó a almorzar con todos nosotros», indicó y también recordó otro momento en que notó una situación rara porque fue a la casa de su padre y la puerta estaba cerrada con llave. «Ese día una amiga después me dijo que mi papá le había dicho en el asado que él tenía una relación con esa mujer, por lo que volví a la casa de mi padre y la saqué a empujones de la casa. Le dije que no la quería ver más y nunca más la vimos».
El representante del Ministerio Público Fiscal también le preguntó sobre la acusada. «Trabajó un tiempo en la casa de mis papás, en el 2016, 2017 aproximadamente, pero no fue más porque faltaba mucho», confió Silvana sobe Miranda y que luego del crimen cuando le mostraron los registros de las cámaras de seguridad pudo reconocerla cómo quién ingresó a la casa de su padre, luego de que ella se fuera de merendar, pero que en el momento no lo hizo, pese a haberla cruzado porque «estaba con otro color de pelo» de cuando la había visto en marzo y que además, estaba con barbijo por las medidas de prevención de la pandemia.
Por último fue el turno de la defensa de interrogar a la testigo. En este punto, las abogadas defensoras le preguntaron a Silvana si recordaba que su padre le había dicho en la merienda que la ex empleada que lo visitó previamente esa tarde y le llevó un contenedor le había pedido dinero, a lo que respondió que no. Por ello, le exhibieron la entrevista videofilmada donde ella declaró que su padre le había indicado «G. me vino a pedir plata y yo le pregunté el motivo si ella ya no trabajaba más en la casa, pero tampoco me quería meter mucho en los arreglos que hacia él». Es que, según declaró la hija de la víctima, su padre solía hacer eso con las empleadas de adelantarles el sueldo y ellas después se lo devolvían, pero en este caso G. ya no era empleada.
También le preguntaron por si su padre había sido víctima de robo anteriormente, a lo que Silvana respondió afirmativamente. «¿Uno de esos últimos robos fue en febrero de 2020, donde lo dejaron maniatado?», consultó Celiina Fernández y ante la respuesta afirmativa, volvió a preguntar, «y así y todo ¿había plata en la casa?», a lo que la testigo volvió a afirmar.
«La verdad que estar reviviendo esto es devastador. Todas las mujeres y los hombres tenemos los mismos derechos y nadie puede arrebatarle la vida a nadie, como hizo esta mujer que asesinó brutalmente a mi padre. Lo torturó brutalmente. Pedimos justicia para que mis hermanos y mi familia encontremos un poco de consuelo», expresó Silvana Mora, la hija de Roque Mora, quien fue asesinado el 10 de julio de 2020 en su casa de calle Rivadavia 235 de Plottier.