Faustino Oro tuvo una gran actuación en Linares y se acerca a la norma de gran maestro

Hace un par de años, el mejor jugador argentino, Alan Pichot, decidió dejar de representar a Argentina y pasar a hacerlo por España. Desacuerdos y disputas con la federación de su país de origen motivaron este drástico cambio de rumbo deportivo. Argentina perdió así a su mejor jugador, pero no caben dudas de que esto redundó en beneficio psíquico del propio Alan, que acaba de enlazar dos actuaciones espectaculares: en la Olimpiada de Budapest obtuvo la medalla de bronce al mejor cuarto tablero, y ahora ganó el torneo Iberoamericano que se desarrolló en Linares, España.

Se trata de un torneo de prestigio, que convoca a jugadores destacados de Latinoamérica, España y Portugal. Alan Pichot tiene 26 años y mucha proyección, y sería muy bueno que volviera a representar a nuestro país.

Alan Pichot, el ajedrecista de 26 años que decidió representar a España por un conflicto con la federación de su país de origen, ganó el Iberoamericano en Linares; hacerlo volver a jugar por Argentina debería ser un objetivo de la dirigencia nacional.
Alan Pichot, el ajedrecista de 26 años que decidió representar a España por un conflicto con la federación de su país de origen, ganó el Iberoamericano en Linares; hacerlo volver a jugar por Argentina debería ser un objetivo de la dirigencia nacional.Instagram @alan.pichot

Por Argentina, el principal jugador fue el niño Faustino Oro, que dejó bien alto el estandarte de su patria. Todas sus actuaciones son notables si tenemos en cuenta que tiene sólo diez años, y que compite contra adultos, todos ellos. Esta vez hizo 6 puntos sobre 9 posibles, compartió los puestos desde el 5 hasta el 18 y quedó 13º por aplicación del sistema de desempate. Ganó cuatro partidas, empató otras cuatro y perdió una sola, contra el gran maestro venezolano Eduardo Iturrizaga. Este desempeño la valdrá subir unos siete puntos en el ranking Elo, en el que actualmente tiene 2434 (está en el puesto 15 del ranking nacional absoluto, que incluye a todos los ajedrecistas argentinos federados).

A estos datos fríos hay que agregar que su mejor resultado individual se dio en la última ronda. Con las piezas negras, se enfrentaba con el preclasificado número uno del torneo, el fortísimo gran maestro español Paco Vallejo, que posee 2657 unidades de Elo. Faustino optó por plantear la apertura Berlinesa, que requiere defender un final técnico con mucha precisión. Así lo hizo, y logró un meritorio empate en esa difícil partida. El antecedente más famoso de la Berlinesa es que la utilizó Vladimir Kramnik para neutralizar a Kasparov en el match de Londres 2000, ganado por el primero.

Oro ganó cuatro partidas, empató cuatro y perdió una sola, en un estupendo rendimiento en el Iberoamericano; obtuvo tablas contra el fuerte gran maestro Paco Vallejo.
Oro ganó cuatro partidas, empató cuatro y perdió una sola, en un estupendo rendimiento en el Iberoamericano; obtuvo tablas contra el fuerte gran maestro Paco Vallejo.

Así, aunque no lo consiguió en este certamen, Faustino Oro comienza a aproximarse a la norma de gran maestro. Para lograr el título tiene que cumplir tres normas y superar los 2500 puntos en el ranking. Está encaminado. Recordemos que el récord de precocidad es ostentado por Abhimanyu Mishra, de Estados Unidos, que lo obtuvo a los 12 años, 4 meses, y 25 días. Faustino cumplirá 11 a mediados de octubre; es decir, tiene tiempo para ir jalonando ese objetivo.

Valdría la pena que algún dirigente diplomático de la Federación Argentina de Ajedrez intentase congeniar con Alan Pichot para que este jugador, que por educación ajedrecística es genuinamente argentino, volviera a actuar por nuestro país. Con Pichot, y el advenimiento de Faustino Oro, Argentina podría formar un equipazo para la próxima olimpiada, que tendrá lugar dentro de dos años. Porque además tiene como refuerzo a los juveniles Ilan Schnaider, los hermanos Joaquín y Francisco Fiorito y, ¿cómo no?, los veteranos Sandro Mareco y Diego Flores.

Cierto es que ganar una olimpiada parece casi imposible para nosotros, dado el poderío actual de India, China, y otros países de Oriente, pero a veces se da una conjunción de buenos desempeños individuales, más un golpe de buena suerte, como ocurrió en la Olimpiada de 2022 que ganó Uzbekistán. Y tampoco hay que olvidar que en los años cincuentas Argentina fue tres veces seguidas subcampeona olímpica.

Pablo Ricardi

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