El abogado Alfredo Cury, quien ejerce su propia defensa en la causa Planes Sociales -es uno de los acusados de integrar la presunta asociación ilícita- impugnó una resolución del juez de Garantías Juan Pablo Encina Rivero pero con un argumento difícil de entender: admitió que la decisión del magistrado «me beneficia», de modo que le pidió al Tribunal de Impugnación que «no la toquen, déjenla como está». Es decir, pidió una cosa y todo lo contrario al mismo tiempo.
El fiscal jefe Pablo Vignaroli habló a continuación y le solicitó a la sala del Tribunal de Impugnación que declare «inadmisible» el recurso. Es decir, que ni siquiera considere las razones de fondo. Lo acompañó, en los planteos siameses que siempre realiza, el representante de la fiscalía de Estado, Gustavo Kohon.
El Tribunal, integrado por Estefanía Sauli, Patricia Lúpica Cristo y Nazareno Eulogio, se tomó una hora para deliberar al término de lo cual en efecto declaró inadmisible el recurso de Cury y le cobró las costas. Dos horas y media consumió el episodio que al parecer tendrá secuelas, porque el abogado hizo «reserva de caso federal», es decir que intentará llevar su reclamo hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El desorden gana la causa
La ¿anécdota? es una muestra del desorden que se apoderó de la causa Planes Sociales, supuestamente uno de los casos de corrupción más grandes de los últimos años en Neuquén. Una estafa al Estado de por lo menos mil millones de pesos, para la que fueron utilizadas como pantalla personas en situación de vulnerabilidad.
Alfredo Cury, quien también defiende a Ricardo Soiza, sindicado como uno de los presuntos cabecillas de la asociación ilícita, impugnó una decisión del juez Encina Rivero del 1 de noviembre pasado.
El abogado le había pedido a Encina Rivero más plazo para contestar la pericia contable de la fiscalía. Le dijo que no conseguía un contador que le haga el trabajo en 10 días -el plazo legal para responder- y que tampoco tiene los 20 millones que le cobran de honorarios.
A estos argumentos, Encina Rivero le dijo que los diez días de plazo no son para presentar su propia pericia contable. Con que ofrezca el nombre del perito alcanza. La pericia, le dio a entender, la puede presentar cuando quiera. Por eso Cury interpreta que la decisión del juez lo beneficia.
«Está mal»
¿Por qué impugnó entonces? «Porque está mal, y no me quiero beneficiar de algo que está mal», dijo.
El Tribunal de Impugnación pasó por alto este argumento moral, porque como se explicó, declaró inadmisible el recurso de impugnación. Pero el juez Eulogio no se privó de aclarar: «esto no significa que avalemos o que estemos de acuerdo con lo que dijo el juez Encina Rivero». Una manera de dejar en claro que no comparten en absoluto el tono de la resolución.
Esta misma integración del Tribunal de Impugnación fue la que revocó una decisión de la jueza Carina Álvarez, quien anuló los juicios abreviados de tres imputados. También en esa ocasión Eulogio expresó en severos términos su desacuerdo.