El duro editorial de The Economist: «El peronismo está en su punto más bajo»
Por caso, ve al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, como el «candidato presidencial más fuerte de la oposición».
Aseguró que el peronismo «está ahora en su punto más bajo» y añadió que «la energía, la gracia y el trabajo en equipo de los futbolistas argentinos no encuentran ecos en su gobierno».
Sobre el presidente Alberto Fernández indicó que «encabeza una administración débil, dividida y fallida». «El 17 de octubre, el Día de la Lealtad Peronista, como se le llama en homenaje a esa manifestación de 1945 (que vio nacer al peronismo) vio tres conmemoraciones rivales en 2022», precisó, ya que el mandatario no asistió a ninguna de ellas.
También hubo un apartado para la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y su anuncio tras la condena en la causa por la Obra Pública de que no se iba a postular a ningún cargo en 2023.
«Sorprendió a sus seguidores al decir que no buscaría postularse para un cargo en las elecciones generales previstas para octubre de 2023. Eso puede ser una artimaña. Pero también puede reflejar su menguante apoyo público», señaló.
Y agregó: «El peronismo también está fuera de ideas, como lo pone de relieve la crónica crisis económica de Argentina. Macri intentó pero no logró estabilizar la economía que heredó después de una década de gastos excesivos por parte de los Kirchner».
«El gobierno de Fernández lo ha intentado a medias. Forzó la aprobación de un préstamo de u$s44.000 millones del FMI que es esencial para apoyar al peso, pero requiere una política monetaria y fiscal más estricta», consideró The Economist.
El semanario indicó que la economía «se mantiene unida por una batería de controles de precios y cambios», aunque sostuvo que «la inflación estará cerca del 100 por ciento este año, y en el (tolerado) mercado negro el peso vale menos de una cuarta parte de su valor hace tres años».
«El problema es que el populismo genera expectativas que no puede cumplir. Hay dos consecuencias. El gobierno de Fernández, como varios de sus predecesores, se financia en parte imprimiendo dinero. La larga experiencia significa que los argentinos desconfían del peso. Todo esto genera inflación, que el gobierno enmascara con múltiples tipos de cambio, ofreciendo dólares baratos para importaciones seleccionadas y discriminando las exportaciones», explicó.
Por último, señaló: «Un segundo problema es que protege los intereses creados, como los industriales no competitivos y los barones sindicales, que reciben subsidios y privilegios inasequibles, lo que provoca un déficit fiscal crónico».