Dura crítica del MAPO a los azules: llaman a reconstruir el Movimiento Popular Neuquino

El Movimiento de Acción Política difundió un documento donde le pasó factura al sector que conduce Jorge Sapag, cuestionó a Guillermo Pereyra, e hizo una convocatoria para reconstruir el prestigio del partido provincial.

El Movimiento de Acción Política, MAPO, sostuvo que la decisión de la línea Azul de Jorge Sapag y Omar Gutiérrez de cerrar el Movimiento Popular Neuquino (MPN) para impedir el diálogo y negar la participación «les resultó coyunturalmente efectivo y exitoso, sin embargo no les sirvió para ganar la elección provincial».

La corriente interna del MPN emitió un documento que firman José Russo, Rodolfo Laffitte, Naldo Labrín, Sergio Farías y Federico Brollo en el que destilan una reflexión a partir del triunfo de Rolando Figueroa en las elecciones del 16 de abril en el que pretenden encontrar la génesis «de la derrota por primera vez en su historia» del partido en una elección provincial.

Indicaron que esta circunstancia debería haber motivado «una profunda autocrítica de sus autoridades y dirigentes, así como de los representantes partidarios en el gobierno provincial».

En otras palabras, los veteranos dirigentes del MAPO dicen al sector que perdió las elecciones un «yo te avisé». En el documento hacen un raconto de los ocho llamados a la reflexión que fueron desoídos por Sapag y Gutiérrez desde el 31 de octubre de 2017 hasta el 13 de septiembre de 2022.

En esta última fecha recordaron que gestionaron «la participación y la democracia» y que así como impusieron el sistema D’Hont en la Legislatura querían «una instancia superior de transparencia provincial, las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias».

«Cerrar el partido fue el resultado de un proceso que les resultó coyunturalmente efectivo y exitoso», escribieron los dirigentes del MAPO para concluir: «Incluyó censurar y demonizar la disidencia, impedir el diálogo y negar la participación, sin embargo, no les sirvió para ganar la elección provincial».

En el escrito también cuestionaron al sector de Guillermo Pereyra, la lista Azul y Blanca, al que le recuerdan haber firmado un pacto sectorial con los azules «que no representó la unidad sino un acuerdo de cúpula».

Interpretaron que el triunfo de Figueroa «liderando un conjunto de espacios políticos que acordaron objetivos mínimos para un proyecto político en común, demuestra que la necesidad de una acción política relacionada con las necesidades del conjunto de los habitantes de la provincia tiene plena vigencia».

Bajó el argumento de que se gesta una nueva historia en Neuquén y que son parte de ella, el MAPO convocó a «construir el prestigio, la dignidad y el espíritu que otrora representó a nuestro partido, sosteniendo los principios doctrinarios de nuestros orígenes, con la capacidad transformadora que supimos fortalecer».


La historia del MAPO


El MAPO surgió en 1988 cuando estaba por finalizar el gobierno de Felipe Sapag. Lo integraron en ese entonces el intendente de la ciudad de Neuquén, Jorge Sobisch, y un grupo de dirigentes como Luis Jalil. Se caracterizó por oponerse a las decisiones que en su momento se tomaban en el partido con el liderazgo carismático que supo tener Sapag.

Esta línea del MPN también la integró la exrectora y exvicegobernadora, Ana Pechén, quien se mantuvo post gobierno de Jorge Sapag con una crítica sutil hacia la gestión de Gutiérrez, a quien sindican como uno de los responsables de la derrota del partido en las últimas elecciones.

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